Ante la realidad dinámica que nos rodea, la infinidad de
estímulos de todo tipo que recibimos a diario, la velocidad con la que suceden
los acontecimientos, los cambios constantes, el bombardeo de información y la necesidad actual de
ocuparnos de las personas, el líder de hoy necesita tener claridad sobre como
manejar y manejarse ante el cambio al que esta sometido su rol. Este cambio
esta pasando de un liderazgo administrativo y de recursos a un liderazgo orientado
al servicio, que involucra a los componentes del equipo desde un plano más
integral. Dejando de liderar y gestionar recursos para pasar a liderar y
gestionar personas.
Se trata de un liderazgo
enfocado en las personas, tanto en la relación con el cliente, como en el
desarrollo y formación de los colaboradores. La manera actual de hacer negocios
implica poner el centro del enfoque en el cliente, al mismo tiempo que en el
empleado. (Cliente interno y Cliente externo) Por esta sencilla razón es
esencial la contribución del líder orientado al servicio. Este promueve el
aprendizaje, desarrollo y formación de su personal y así contribuir a la
capacidad para servir al cliente y hacer marcar claramente un diferencia
destacada.
El líder efectivo utiliza su poder para servir. Esta
disponible para sus liderados, para sus colegas y para lo que haga falta
realizar. No tiene empacho en realizar tareas cooperando con lo que hace falta.
Muestra congruencia entre lo que dice y lo que hace, sabe que el mayor diferencial
de la organización son las personas con sus talentos y su cultura, sumada a la
cultura organizacional y es por esto que apoya el desarrollo de las personas
buscando desplegar el potencial de cada uno según el estilo imperante en dicha
cultura. Presta especial atención a los aspectos informales de la conducción
siendo así catalizadores del desarrollo humano de la empresa y del compromiso
con la calidad de servicio de los empleados. Ya que el primero en estar
orientado a servir es el mismo.
Esta atento, escuchando y observando para aprender y
adquirir la mayor cantidad de experiencia posible que lo apoye a seguir
creciendo y tener más herramientas para realizar un mejor servicio. Su objetivo
es sumar valor en su vida y por consiguiente en la vida de quienes lo rodean.
Su energía no esta puesta en buscar errores para corregir, sino en aprender de
cada situación para disfrutar en caso de obtener sus logros o de corregir los
desvíos para volver a intentar con el conocimiento adquirido del error. Tampoco
esta centrado en conseguir resultados únicamente económicos, aunque tiene claro
que esta es una tarea necesaria, porque de fomentar este enfoque como único fin
perdería solvencia en la creación de valor en el servicio al cliente con la
normal caída en la percepción del servicio y la satisfacción de dicho cliente.
Por
otra parte los empleados necesitan un sentimiento de pertenencia a su
organización y un trabajo en equipo que los aliente y haga sentir respaldados.
Requieren una guía que les señale unos estándares altos y les muestre un camino
coherente y congruente. Esta es la responsabilidad que han de asumir los líderes
orientados al servicio en el nuevo contexto. Se trata entonces, de una dirección
de personas que logra interrelacionar de modo coherente los aspectos económico,
social y ético de la organización y sus integrantes.
Este líder, sabe y utiliza en poder del reconocimiento hacia
el y hacia los demás. Busca sus objetivos, cuando los encuentra se estira para
alcanzarlos y al hacerlo se
apodera de su resultado, se hace dueño de ellos. Una vez que se adueño
de los resultados hace un una buena utilización de estos. Los usa para crear
valor en su vida y la de su entorno. Disfruta enormemente tanto de haberlos
conseguido como de tener la posibilidad de compartirlos y apoyar a otros a
conseguir los suyos. Pero además disfruta a la par el logro de sus
colaboradores, entorno directo o liderados. Se retroalimenta del éxito de su
entorno ya que si estos están logrando sus metas el también lo está haciendo.
Suele ser mentor, consultor, consejero y lo que haga falta
para apoyar a su entorno a alcanzar sus objetivos. Su empatía esta altamente
desarrollada y cuando digo empatía no hablo de que entienda y justifique
cualquier emoción presente en sus liderados o que trate de complacer a todo el
mundo, sino de su capacidad de estar presente y escuchando los sentimientos de
los demás y tenerlos en cuenta al momento de tomar sus decisiones estratégicas
creando así un flujo de energía positiva en el equipo. Esta capacidad les
permite lograr mayor lealtad de sus dirigidos y conservar a sus seguidores
entusiasmados y activos en sus funciones.
Quien logre escuchar y comprender los sentimientos de los
demás, estará logrando afinar una especie de brújula emocional que le ayudará a
llevar a buen puerto sus palabras y acciones. Esta habilidad les permite
reconocer y satisfacer las necesidades de las personas que los rodean, sean
clientes, jugadores, colaboradores, empleados o jefes. Son accesibles y saben
escuchar lo que los demás tienen para decirles. Nos sentimos a gusto cuando
estamos con ellos y percibimos un espacio para poder contarle lo que sea,
logrando ver su genuino interés por lo que estamos diciendo y obteniendo
respuestas adecuadas.
Todas las personas tenemos una especie de radar emocional
que nos permite descubrir o nos
advierte cuando los demás faltan a la sinceridad o están tratando de
manipularnos. El arte de gestionar bien las relaciones y liderar de manera
efectiva esta íntimamente ligado a la congruencia y honestidad del líder. Pero
para que un líder logre manifestar congruencia y honestidad, es condición sine
qua non que primero establezca contacto con sus propios valores y visión, haya
alcanzado la habilidad de ver y enfocarse en lo positivo de lo que lo rodea, tenga
cierta estabilidad emocional, y logre luego sintonizar con todo esto en el
grupo o equipo que lidere. ¡Ojo! Muchas veces confundimos la empatía con la
amabilidad.
La amabilidad. Una persona amable puede ser muy buena persona y no
necesariamente tener la habilidad de ser empática. Todo esto parece sencillo
pero suele ser una decisión de vida consciente ya que de otra manera es muy
complicado lograr movilizarnos y movilizar a otros en la dirección adecuada. Es
necesario tener absolutamente claro que trabajar en equipo es mucho más
efectivo y redituable que trabajar solo. Es necesario valorar y reconocer a los
integrantes de nuestro equipo y la importancia de cada una de sus funciones por
más pequeñas o grandes que sean.
El líder de servicio es un ser que inspira a los demás a ir
por más, a mejorar como integrantes del equipo pero empezando por ellos mismos
como personas. Contagia entusiasmo y deseos de hacer, de sumar valor, de
desarrollarse, de compartir logros y apoyar a los demás, de valorar a las personas
y reconocerlas, a desarrollar la empatía
y por consiguiente, es además un formador natural de nuevos líderes
alienados con la cultura de la organización y orientados a servir.
Te cuento una pequeña anécdota de manera ilustrativa:
En el año 2007 aproximadamente fui contratado por una firma que era
agente exclusivo de una conocida marca de computadoras, reproductores musicales
y teléfonos de alta gama, para gerenciar sus operaciones en un también conocido
centro comercial de la zona norte de Buenos aires.
Mi trabajo era coordinar y supervisar el trabajo
de 13 vendedores de entre 20 y 27 años divididos en dos turnos. Mañana y tarde.
Un domingo cualquiera se acerca uno de los
vendedores, (Una gran persona, excelente vendedor y buena influencia en el
equipo) vamos a llamarlo Francisco en este caso, y se dio el siguiente diálogo:
Francisco: Luis, tengo un problemita, ¿me podes
ayudar?
Luis: Claro, contame que sucede:
F: es algo simple, mañana lunes es el unico dia
en que ponen a la venta las entradas para el recital al que quiero ir. Pero es
por la mañana y se superpone con mi horario.
L: Aham… y donde esta el problema?
F. bueno, queria consultarte si puedo llegar más
tarde mañana?
L: ¿Más tarde cuánto?
F: Calcula que unas 2 o 3 hs.
L: Ok. ¿Cuál es el movimiento del local mañana en
esa hora?
F: Con cara de incredulidad. ¿…? ¿Cómo? No
entiendo.
L: ¿Qué cuál es el movimiento del local un lunes
a la mañana? ¿Hay mucho para hacer, poco, más o menos? ¿El local te necesita o
esta bien cubierto? ¿Cuántas personas vienen mañana? ¿Quién tiene franco? ¿Los
que quedan pueden manejarse solos? ¿ellos no tienen problema en que llegues más
tarde?
F: Ah ok, ya entendí. Bueno, el local los lunes a
la mañana casi no tienen movimiento. El franco lo tiene Virginia. Y Quedan
Rodrigo y el flaco. Con dos personas hasta las 11:30 esta muy bien cubierto el
local. Lo que no hice fue ver si ellos estarían de acuerdo.
L: OK. Entonces tendrías que ver si ellos están
de acuerdo. Y en caso de que estuvieran yo no tengo problemas. Siempre y cuando
compenses al local.
F: ¿Y cómo tendría que compensarlo?
L:_ Devolviéndole las horas que el local te dá. O
sea, yo no tengo problemas en que vayas, claramente el local no deja de
funcionar si no estas esas horas. Pero tu compromiso es de 6hs con el local.
¿Cuándo se las devolverías?
F: Cuándo pueda. El otro lunes, el martes, un
miércoles… decime vos.
L: No señor. Para nada querido amigo… yo no tengo
nada que ver. ¿Qué día te necesita más el local?
F: Eh pero que vivo… el día que más me necesita
el local es un sábado o domingo por la tarde.
L: Es cierto, veo que lo tenes claro. ¿Qué día
preferís devolver las horas, el sábado o el domingo?
F: Pero Luis, casi haría doble turno si me quedo
esas 3hs. (Con cara de estar muriéndose de dolor de estomago)
Luis: Estimado Fran, yo no necesito las horas,
vos necesitas las horas. Yo no tengo problema en dártelas, ya que el local
puede manejarse solo. Pero si te tomas las horas para algo que te beneficia a
vos y que de otra manera perderías, considero justo que se las devuelvas al
local cuando el local las necesite. ¿No te parece?
Francisco: es cierto, cuando tenes razón tenes
razón. ¿Que día queres que venga?
Luis: Fran yo no tengo nada que ver en esto. La
respuesta la tenes vos. ¿Qué día te necesita más el local en esta época del
año?
Fran: El sábado las compenso. ¿Si?
Luis: Perfecto. Tenemos un trato. Eso si…
asegurate que los chicos estén de acuerdo.
En este ejemplo podemos ver entre otras cosas,
como logro que Francisco no solo se comprometa con un horario que le sirva al
local, sino que comprenda e identifique parte de las necesidades del local y su
movimiento comercial. También que el se ocupe de que sus compañeros lo apoyen y
a la vez compensar su gran trabajo dándole algo que el valora. (El tiempo para
ir a comprar las entradas para el recital de una banda que le gusta)
También logro que comprenda que el que toma las
decisiones soy yo, pero basandome en la necesidad del local. Como si el mismo
fuera un ser vivo. Y colocando la situación en 3 ejes. Francisco, el local y el
supervisor o gerente.
Creo que este es un buen ejemplo, en un caso real
vivido por mi. De un estilo de liderazgo efectivo. El líder efectivo deja mucho
más que directivas. El líder efectivo, muestra una forma o manera de hacer las
cosas.
Esperando haberte sido de utilidad
Luis Sabbi