sábado, 16 de enero de 2010

Profesionales Completos (Santiago García)

Profesionales Completos

Hoy elegí compartir con Uds. un artículo que baje hace bastante tiempo ya, pero que al leerlo me pareció interesante para compartir, principalmente porque coincido con lo expuesto y luego porque puede apoyar a otros a investigar más sobre PNL, Coaching y demás. El autor de mismo es Santiago García.

El ya desaparecido Doctor Norman Vicent Peale, padre del pensamiento positivo, consideraba que en la vida de cada persona confluyen simultáneamente tres elementos inseparables: el físico, el mental y el emocional que son los que conforman a la persona como un ser espiritual.

Si aceptamos la grandeza del hombre nos resulta muy sencillo aceptar la existencia de estos tres elementos. Basta remitirse a las distintas facetas en las que se desenvuelve el hombre para identificarlos y percibir sus interrelaciones:

- ¿Qué ocurre cuando nos falta la salud? Nuestro soporte físico se deteriora y con él nuestra capacidad intelectual se ve mermada, desaparece nuestra agilidad mental. Al mismo tiempo nuestro estado anímico y emocional se torna taciturno.

- ¿Cómo responde nuestro cuerpo ante manifestaciones sinceras y emotivas de amor? Cuando el amor se manifiesta en nosotros, todo es optimismo y bienestar. El amor convoca un conjunto determinado de emociones. Y rápidamente nuestro intelecto evoca pensamientos positivos y nos impulsa a involucrarnos en proyectos concretos y a emprender la acción. Todo nuestro cuerpo se moviliza de una manera especial.

- ¿Qué influencia tienen los pensamientos negativos sobre una situación concreta, por ejemplo, la preocupación por un supuesto mal venidero? Automáticamente el temor, la tristeza y emociones similares nos invaden. Y nuestro cuerpo se inmoviliza, se bloquea.

Podríamos seguir buscando más y más ejemplos en los que los tres elementos de la vida de una persona se afectan entre sí, en cualquier ámbito.

Sin embargo en el mundo empresarial parece predominar y darse una mayor importancia al componente intelectual de la persona: la razón, el discernimiento, la lógica y la capacidad de análisis, entre otras manifestaciones.

Al componente físico se le presta atención sólo en el momento en que entra en crisis e impide el normal desarrollo del componente mental: se interviene para restablecer la salud cuando ésta se ha perdido.

Seamos proactivos, ¿por qué no intervenir en el plano físico para lograr el mejor estado que nos permita afrontar con todos nuestros recursos disponibles los retos que se nos presentan en el mundo empresarial? Un estado físico óptimo nos aporta los niveles apropiados de energía y de activación del sistema nervioso para rendir al máximo en el plano intelectual. Hagamos de la fisiología nuestra aliada.

Al plano emocional, frecuentemente, no sólo se le ignora, sino que se le reprime activamente. De manera mayoritaria no se le da cabida en el mundo empresarial. Incorporar nuestras emociones como parte de las variables de gestión y decisión suele ser mal visto. He aquí algunos ejemplos de expresiones comunes entre la comunidad empresarial:

- Pensemos con la cabeza
- Decidamos con todos los datos sobre la mesa
- Cuidado con las reacciones viscerales!
- ¡No nos acaloremos!

Las emociones son legítimas ¡Son la chispa de la vida! y debemos aprovecharlas en el ámbito de la empresa y los negocios.

Pongamos un poco de pasión, alegría y amor en nuestras vidas profesionales:

Pasión
Cuando trabajamos con pasión, se confunden diversión y obligación.

La pasión es el mayor aporte de energía que podemos tener: nos conduce a llevar a la acción todas nuestras propuestas porque la confianza en nuestras posibilidades se hace presente.

La pasión nos impulsa a movilizar nuestros mejores recursos más allá de dónde nosotros mismos creemos que están los límites.

La pasión nos convierte en comunicadores comprometidos, en generadores de acciones contagiosas de marketing y despierta toda nuestra creatividad. Y es que cuando la pasión nos invade no hay otra cosa sino eso que perseguimos.

Alegría
Alegría y diversión son compañeras. Una llama a la otra. Cuando nos divertimos estamos alegres. Y el trabajo con alegría se torna agradable y deseable.

Cuando la alegría se instala en nosotros, nuestra capacidad de relación se multiplica y también las personas a nuestro alrededor.

Mostrarse alegre en el trabajo no sólo hace mejorar nuestro rendimiento al emprender nuestras tareas con mayor entusiasmo y vitalidad, sino que tiene un efecto expansivo, contagioso: hace que los demás trabajen también más efectivamente.

Amor
Amar significa procurar el bien de quienes nos rodean de aquellos con los que nos relacionamos.

El amor obra milagros, también en el trabajo. Procurar el bien de los demás crea los vínculos más fuertes que podamos estrechar. Y genera la confianza definitiva de quien se sabe amado. ¿Qué mejor herramienta para la fidelización de los clientes? Y de los empleados.

El amor contribuye al despliegue de la creatividad para poner soluciones, para generar valor a aquellos que confían en nosotros. Mostramos nuestro afán de contribuir a su bienestar.

La contribución de la PNL

La PNL puede ayudarnos en esta tarea de potenciar nuestros estados físicos y emocionales:
En primer lugar, la PNL nos proporciona herramientas para definir inequívocamente cuáles son nuestros objetivos y para identificar los estados personales favorables a nuestros objetivos y propósitos empresariales.

La primera tarea que se nos sugiere es definir detalladamente cuál es el estado o los estados que queremos alcanzar. Y eso lo hacemos enumerando sus componentes:

¿Cómo queremos que sea nuestra fisiología?
¿Cómo será nuestra postura corporal?
¿Y cómo nuestros movimientos?
¿Y nuestros gestos faciales?

¿Cómo va a ser nuestra forma de hablar?
¿Y la voz?
¿Cómo serán de rápidas nuestras palabras?

¿Qué diálogo interno estaremos produciendo?
¿Cuáles serán nuestros pensamientos?
¿Qué preguntas nos formularemos a nosotros mismos?
¿Qué creencias manifestaremos con las afirmaciones que nos repetiremos?

¿Cómo nos estaremos representando el futuro?

Para este trabajo de definir nuestro estado deseado contamos con el modelado como herramienta a nuestra disposición. Podemos modelar nuestros propios comportamientos en otras situaciones, podemos tomar el ejemplo de alguien conocido o, incluso, podemos dejar que nuestra imaginación construya el personaje apropiado. Nuestro inconsciente es siempre fuente de creatividad al que podemos recurrir por medio de nuestros estados alterados de consciencia.

En segundo lugar la PNL nos enseña como anclar el estado deseado y como reproducirlo instantáneamente a nuestra voluntad para tenerlo disponible en cualquier momento. No importa la situación, cambiaremos nuestro estado en un abrir y cerrar de ojos. Elegiremos anclajes de fácil activación, evitando la extravagancia.

Por último, nuestra capacidad de calibración debe proporcionarnos la retroalimentación suficiente sobre si los estados adoptados nos están reportando los resultados esperados para, en caso contrario, ser flexibles y entrar en otro estado más apropiado a nuestros fines.

Y recuerde: Ud. tiene todo el potencial para sacar partido a sus tres dimensiones: la física, la mental y la emocional para convertirse en un profesional completo.

Espero les haya servido y seguimos en contacto
Luis Sabbi

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