martes, 12 de octubre de 2010

El poder de la mente

Mirando diferentes cosas en la web encontré esta historia que ya había leído más de una vez, pero esta vez me gustó para compartir con Uds. el verdadero poder de la mente. Como explico en el entrenamiento Logrando Exitos, podemos entrenar nuestra mente, o al menos la parte de ella que es necesaria, para lograr aquello que deseamos. En esta historia tal vez el protagonista no logre su objetivo (aunque no sabemos cual era realmente) pero si nos queda claro el poder de la mente.

Un científico de Phoenix - Arizona quería probar una teoría.Necesitaba un voluntario que llegase a las últimas consecuencias.Lo consiguió en una penitenciaria. Era un condenado a muerte que sería ejecutado en la penitenciaria de St. Louis en el estado de Missouri donde existe la pena de muerte ejecutada en la silla eléctrica.Propuso lo siguiente: él participaría en un experimento científico, en el cual sería hecho un pequeño corte en el pulso, lo suficiente para gotear su sangre hasta la última gota. Él tenía la probabilidad de sobrevivir, en caso que la sangre coagulase. Si eso sucediera, el sería liberado; en caso contrario, el fallecería por pérdida de sangre, o sea una muerte sin sufrimiento ni dolor.El condenado aceptó, pues era preferible eso a morir en la silla eléctrica, además tenía un chance de sobrevivir.

El condenado fue colocado en una cama alta, de hospital, y amarraron su cuerpo para que no pudiera moverse.Hicieron un pequeño corte en su pulso.Abajo de su pulso, fue colocada una pequeña vasija de aluminio.Se le dijo que oiría su sangre gotear en la vasija. El corte fue superficial y no alcanzó ninguna arteria o vena, pero fue lo suficiente para que él sintiera que su pulso fue cortado. Sin que él supiera, debajo de la cama había un frasco de suero con una pequeña válvula. Al cortar el pulso, fue abierta la válvula del frasco para que el creyese que era su sangre la que caía en la vasija.En verdad, era el suero en el frasco lo que goteaba. De 10 en 10 minutos, el científico, sin que el condenado lo viera, cerraba un poco la válvula y el goteo disminuía.Mientras tanto el condenado creía que era su sangre la que estaba disminuyendo.

Con el pasar del tiempo fue perdiendo color, quedando cada vez más pálido. Cuando el científico cerro por completo la válvula, el condenado tuvo un paro cardíaco y murió, sin ni siquiera haber perdido una gota de sangre.El científico consiguió probar que la mente humana cumple, al pie de la letra; todo lo que le es enviado, es aceptado por el individuo, sea positivo o negativo y que tal acción envuelve a todo el organismo, sea en la parte orgánica o psíquica.Esta historia es una alerta para que filtremos lo que nos envía nuestra mente, pues ella no distingue lo real de lo fantástico, lo cierto de lo equivocado, simplemente graba y cumple lo que le es enviado.

Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar".
Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante"

Éxitos en la semana
Luis Sabbi

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