lunes, 18 de octubre de 2010

Sobre el Buen Combate (Pablo Cohello)

"El hombre nunca puede cesar de soñar. El sueño es el alimento del Alma, como la comida lo es del cuerpo. Muchas veces, en nuestra existencia, vemos nuestros sueños deshechos y nuestros deseos frustrados, pero es necesario continuar soñando, pues de lo contrario nuestra Alma muere y queda vacia. Mucha sangre fue derramada en el campo que esta delante de tus ojos y alli se libraron algunas de las batallas más crueles de la Reconquista. Quién tenía la razón o estaba en la verdad, carece de importancia. Lo impotante es saber que ambos bandos estaban efectuando el Buen Combate."

"El Buen Combate es aquel emprendido porque nuestro corazón lo pide. En épocas heróicas, en tiempos de los caballeros andantes. esto era fácil; había una tierra por conquistar y mucho por hacer. Hoy día, sin embargo, el mundo ha cambiado mucho y el Buen Combate fue transportado de los campos de batalla para adentro de nosotros mismos.

El Buen Combate es aquel entablado en nombre de nuestros sueños. Cuando explotan dentro de nosotros, con todo vigor, en la juventud, tenemos mucho coraje pero todavía no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, hemos aprendido a luchar pero ya no tenemos el mismo coraje para combatir. por eso, nos volvemos contra nosotros mismos y pasamos a ser nuestro peor enemigo. Decimos que nuestros sueños eran infantiles, dificiles de realizar o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de entablar el Buen Combate."

El primer sintoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas que he conocido en la vida siempre tenían tiempo para todo. Las que nada hacian estaban siempre cansadas, no conseguian realizar el poco trabajo que tenian y se quejaban constantemente de que el dia era demasiado corto.
En verdad, tenian miendo de enfrentarse con el Buen Combate.

El segundo sintoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas. Porque no queremos considerar la vida como una gran aventura para ser vivida. pasamos a juzgarnos sabios, justos, correctos en lo poco que pedimos de la existencia. Miramos mas alla de las murallas y escuchamos el ruido de lanzas que se rompen, el olor de sudor y de polvora, las grande caídas y las miadas sedientas de conquista de los guerreros. Pero nunca notamos la alegría, la inmensa Alegría que está en el corazón de quién está luchando, porque para ellos no importan ni la victoria ni la derrota, importa sólo participar del Buen Combate.

"Finalmente, el tercer sintoma de la muerte de nuestros sueños es la Paz. La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar. creemos entonces que ya estamos maduros; abandonamos las fantasías de la infancia y conseguimos realizarnos personal y profesionalmente. Nos sorprendemos cuando alguien de nuestra edad dice que quiere todavía esto o aquello de la vida. Pero, en verdad, en lo intimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrio fue que renunciamos a luchar por nuestros sueños, a entablar el Buen Combate."

Cuando renunciamos a nuestros sueños y encontramos la Paz, tenemos un pequeño periodo de tranquilidad. Pero los sueños muertos comienzan a pudrirse dentro de nosotros e infectan todo el ambiente en que vivimos. Empezamos a ser crueles con los que nos rodean y finalmente pasamos a dirigir esta crueldad contra nosotros mismos. Surgen las enfermedades y las psicosis. Lo que queriamos evitar en el combate -la desepcion y la derrota- pasa a ser el unico legado legado de nuestra cobardia. Y llega un bello día en que los sueños muertos y podridos vuelven el aire tan dificil de respirar que pasamos a desear la nuerte, la muerte que nos libre de nuestras certezas, de nuestras ocupaciones y de aquella terrible paz de las tardes de domingo.

martes, 12 de octubre de 2010

El poder de la mente

Mirando diferentes cosas en la web encontré esta historia que ya había leído más de una vez, pero esta vez me gustó para compartir con Uds. el verdadero poder de la mente. Como explico en el entrenamiento Logrando Exitos, podemos entrenar nuestra mente, o al menos la parte de ella que es necesaria, para lograr aquello que deseamos. En esta historia tal vez el protagonista no logre su objetivo (aunque no sabemos cual era realmente) pero si nos queda claro el poder de la mente.

Un científico de Phoenix - Arizona quería probar una teoría.Necesitaba un voluntario que llegase a las últimas consecuencias.Lo consiguió en una penitenciaria. Era un condenado a muerte que sería ejecutado en la penitenciaria de St. Louis en el estado de Missouri donde existe la pena de muerte ejecutada en la silla eléctrica.Propuso lo siguiente: él participaría en un experimento científico, en el cual sería hecho un pequeño corte en el pulso, lo suficiente para gotear su sangre hasta la última gota. Él tenía la probabilidad de sobrevivir, en caso que la sangre coagulase. Si eso sucediera, el sería liberado; en caso contrario, el fallecería por pérdida de sangre, o sea una muerte sin sufrimiento ni dolor.El condenado aceptó, pues era preferible eso a morir en la silla eléctrica, además tenía un chance de sobrevivir.

El condenado fue colocado en una cama alta, de hospital, y amarraron su cuerpo para que no pudiera moverse.Hicieron un pequeño corte en su pulso.Abajo de su pulso, fue colocada una pequeña vasija de aluminio.Se le dijo que oiría su sangre gotear en la vasija. El corte fue superficial y no alcanzó ninguna arteria o vena, pero fue lo suficiente para que él sintiera que su pulso fue cortado. Sin que él supiera, debajo de la cama había un frasco de suero con una pequeña válvula. Al cortar el pulso, fue abierta la válvula del frasco para que el creyese que era su sangre la que caía en la vasija.En verdad, era el suero en el frasco lo que goteaba. De 10 en 10 minutos, el científico, sin que el condenado lo viera, cerraba un poco la válvula y el goteo disminuía.Mientras tanto el condenado creía que era su sangre la que estaba disminuyendo.

Con el pasar del tiempo fue perdiendo color, quedando cada vez más pálido. Cuando el científico cerro por completo la válvula, el condenado tuvo un paro cardíaco y murió, sin ni siquiera haber perdido una gota de sangre.El científico consiguió probar que la mente humana cumple, al pie de la letra; todo lo que le es enviado, es aceptado por el individuo, sea positivo o negativo y que tal acción envuelve a todo el organismo, sea en la parte orgánica o psíquica.Esta historia es una alerta para que filtremos lo que nos envía nuestra mente, pues ella no distingue lo real de lo fantástico, lo cierto de lo equivocado, simplemente graba y cumple lo que le es enviado.

Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar".
Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante"

Éxitos en la semana
Luis Sabbi