Paradigmas o creencias populares sobre emprender
Hoy en día la palabra emprender está de moda, observemos ciertos paradigmas o creencias que se han vuelto populares y que, desde mi punto de vista, podrían amedrentar a personas que están decidiendo comenzar su propio emprendimiento o dedicarse a otra cosa.
- Emprendo porque quiero ser libre y no me banco a los jefes. Es divertido, si le ponemos actitud, darnos cuenta que una vez que montemos empresa desaparecerá esa figura autoritaria, despótica, que nos exige llegar a tiempo, no valora nuestro esfuerzo, cree que sabe todo, que por lo general toma decisiones desagradables y equivocadas, nos vuelve locos y al que llaman “jefe” desaparecerá. La mala noticia es que cuando nosotros somos los dueños, quien nos exige llegar a tiempo, no valora nuestro esfuerzo, cree saber todo, toma decisiones equivocadas y desagradables y nos vuelve realmente locos ahora, dejo de llamarse “Jefe” para pasar a llamarse “Cliente”. Es irónico darse cuenta que el cliente es ahora el jefe y yo tengo que responder a sus necesidades y requerimientos justos o injustos, justificados o no. Y esto no termina acá, cuando volvemos a la oficina o empresa (en el caso de tener uno o varios empleados) Aquel jefe del que hablábamos más arriba somos nosotros, que las responsabilidad sobre la facturación ahora es nuestra, que todo el ingreso del mes no es 100% nuestro ya que necesitaremos pagar gastos, sueldos, comisiones etc. y lo mas divertido de todo. Que cometemos casi las mismas torpezas que antes criticábamos en nuestros jefes.
- Tengo que armar un Business Plan. Hemos oído hasta la saciedad y aprendido que lo primero que necesito es armar un efectivo plan de negocio en el que analicemos todo. Todo lo que va a suceder, lo que vamos a gastar en el futuro, gastos ocultos, plan de marketing, quienes serán nuestros clientes, en que mercado y segmento los encontraremos…etc. Pero si usamos todo nuestro tiempo y energía en armar este plan hay grandes probabilidades de que no arrancamos nunca. (en mi experiencia un plan de negocio bien armado, nos mostrará cuan no viable es nuestro sueño) Si es fundamental y muy necesario reflexionar sobre el modelo de negocio que queremos y funcione para nuestra empresa, cuáles son los verdaderos precios de nuestros insumos, las distancias reales entre un lugar y otro, como vamos a resolver las necesidades y cuáles son los problemas que sufren nuestros futuros clientes…etc. La clave para esto es salir a la calle y hablar con nuestros posibles y verdaderos clientes, observarlos y crear con y para ellos, preguntar precios y tiempos de entrega, averiguar cuanto cobra nuestra posible competencia etc. La realidad, para comenzar nuestro emprendimiento, está ahí fuera y no necesariamente, en la teoría de un Business plan. (aunque, definitivamente, será fundamental realizarlo. Pero en el momento justo y adecuado de nuestro crecimiento, para continuar haciéndolo)
- Si tengo una gran idea ya está. Bill Gates suele decir que paga 1u$s por una buena idea y 99 u$s por su implementación. Tener grandes ideas puede ser una gran virtud, pero quien la implementa es quien se hace millonario. Cuando el farmacéutico John Pemberton, inventó y patentó Coca Cola, no obtuvo grandes resultados y se dice que vendió la fórmula en 1u$s al empresario Asa Griggs Candler, cuyas tácticas de marketing hicieron a la bebida una de las más consumidas del siglo XX. ¿qué sentido tiene que esperes la gran idea mágica que hará que todo cambie. Con utilizar tus ojos, observar las problemáticas cotidianas que existen y las formas cómo las personas resuelven estas situaciones; tendrás suficiente para pensar e idear una forma mejor, más simple, más práctica o rápida (para ellos claro) de resolverlas… Con resolver este enigma ya tendrás una base para comenzar una emprendimiento efectivo.
- Crear una empresa es fácil. Si tenemos en cuenta que emprendedor y empresa tienen la misma raíz, podríamos decir que en cuanto emprendo ya me embarque en una empresa y estaríamos en lo cierto. Ahora bien si nos referimos a una empresa rentable y sustentable en el tiempo, la cosa cambia un poco. El proceso administrativo de crear una empresa es relativamente fácil (en el peor de los casos con tiempo y paciencia se consigue). Lo que definitivamente nos va a llevar mas tiempo es construir una empresa rentable y que perdure en el tiempo. Si bien el mercado literario esta colmado de libros sobre como armar tu propia empresa, estos se basan en empresas ya creadas y que han tenido relativo éxito, aunque rara vez cuentas el sin fin de vicisitudes que suele a atravesar . el emprendedor hasta convertirse en empresario. El emprendimiento comienza a requerir diferentes tipos de habilidades y recursos que no siempre están en el conocimiento del emprendedor y esto, en ciertos casos, crea subidas y bajadas, idas y venidas, saltos, sustos, frustración y otro tipo de agradables sensaciones que no siempre el emprendedor esta dispuesto a afrontar. En otro casos son los vaivenes del mercado, los empleados, los cambios etc etc etc… Razón por la cual necesitaremos estar preparados para pasar por épocas de éxito y fracaso sin un orden, tiempo ni aviso para prepararnos adecuadamente.
- No es necesito tener dinero para emprender. Nos gustaría pensar que es real y va en contra de muchas teorías, pero hace falta dinero para comenzar un emprendimiento. Tal vez, poco, tal vez no el nuestro, tal vez no en billetes, pero si hace falta tenerlo. No hay nada menos agradable que dejarlo todo para empezar “tu gran” proyecto y darte cuenta que se te han acabado los recursos antes de llegar al siguiente hito, y que se va a dificultar el continuar. En este momento las opciones son abandonar o salir a buscar financiación en medio del proyecto. Algo muy poco recomendable teniendo en cuenta que es diferente salir a pedir contagiando el sueño de nuestro proyecto, que salir a buscar financiación con la necesidad de un si para poder continuar.
- Mi emprendimiento necesita ser novedoso. No es cierto. Hemos comprado la idea de que los grandes exitosos y visionarios son los que han creado nuevos productos y mercados donde nadie había estado todavía, cuando en realidad son la excepción. Esto no quiere decir que no podamos hacerlo, pero muchas veces es una idea romántica y de viabilidad complicada. Si observamos detenidamente en muchos de los inventos que consideramos hoy en día innovadores y de alta rentabilidad (el iPod, el iphone, la cafetera Nespresso y otras) notamos que en su mayoría son resultado de aproximaciones diferentes o nuevas a ideas que ya existían (por algo dicen que la innovación es el único lugar donde 1 + 1 es igual a 3. Siendo 3 una nueva realidad).
- Con una buena idea la plata viene sola. Si miramos las empresarias actuales, grandes, medianas o pequeñas, encontraremos que la mayoría tarda un tiempo hasta consolidarse y que por más buenas ideas que aparezcan no todo es un lecho de rosas. Veamos dos casos a modo de ejemplo: Coca Cola es una gaseosa mundialmente famoso y es seria absurdo no reconocer lo genial de esta idea, sin embargo en su primer año en el mercado vendió solo 400 botellas. Otra magnífica idea, claramente, es el teléfono. ¿Pero que recibió como respuesta Graham Bell cuando mostró su invención al presidente Hayes? Pues lo que atinó a decir Hayes fue: “Excelente idea, ¿pero a quién se le va a ocurrir tener uno?. Estos dos ejemplos nos muestran que excelentes ideas no necesariamente nos darán resultados inmediatos. Si queremos ser efectivos en nuestro emprendimiento una clave efectiva es la paciencia, la perseverancia y la ejecución de nuestra idea. Si hacemos las cosas correctamente durante el suficiente tiempo la llega del dinero es una consecuencia. Tener la mirada puesta en el futuro nos va a servir para mantener la visión de a donde queremos llegar y al vez estar presentes en el día a día nos dará la oportunidad de modificar o continuar, según sea necesario, nuestro plan de acción. La probabilidad de salvarte en 6 meses o un año es prácticamente nula, lo que no quiere decir que no pueda sucedernos.
- Es para todo el mundo. En estos de tiempos de crisis en casi todos los niveles a niveles mundial la palabra emprendedor se ha puesto de moda. Emprender es una de las cosas más satisfactorias del mundo, muchas veces el simple hecho de comenzar algo genera tanto entusiasmo y adrenalina que con eso ya somos felices. En otros casos, la simple posibilidad de poder crear y vivir tu sueño como una realidad ya es algo absolutamente genial…. Aunque, definitivamente considero que no es para todo el mundo. Emprender viene de la mano con vivir en la incertidumbre, sin sabores, injusticias, cosas que no suceden cuando las deseamos, frustración desilusión, muchas noches sin dormir, jornadas agotadoras o larguísimas de trabajo (en horas y en largos periodos), es caerse, fallar, equivocarse y frustrarse muchas veces y sin embargo volver a levantarse y continuar, muchas veces es no tener dinero disponible para nosotros, ya que el emprendimiento lo requiere todo, es arriesgar y darlo todo por el sueño sin seguridad de éxito, son muchos momentos de ansiedad, es aprender a ser diplomático, aprender a manejar tiempos más allá de nuestros deseos, es asumir responsabilidades en muchos y diversos niveles y muchas otras cosas más. Y por más que nos guste pensar que nos encantan los desafíos y pasar por todo lo antes mencionado y otras tantas otras sensaciones y situaciones, la realidad es que emprender es algo a lo que realmente no está dispuesto todo el mundo… Con lo cual, una vez aclarado esto, si lo que buscas es vivir razonablemente bien, tranquilo, sin sobresaltos, sin asumir responsabilidades y “desconectar”, el camino emprendedor no es el tuyo.
Para concluir y luego de haber observado algunos de los paradigmas o creencias que hay sobre el mundo emprendedor, quiero mi visión con mucho cariño, humildad
Si, durante el suficiente tiempo, nos mantenemos haciendo lo mismo una y otra vez en algún momento llegaremos a ser expertos en esa área. Razón por la cual, si tenemos un sueño, una idea o queremos emprender una negocio por nuestra cuenta, sepamos que vamos a necesitar:
- Un buen producto o propuesta
- Habilidades comerciales y en ventas
- Perseverancia,
- Paciencia,
- Estrategia,
- Creatividad,
- Claridad en la visión,
- Investigación y exploración,
- Caminar la calle en busca de realidades,
- Flexibilidad,
- Adaptación al cambio
- Agilidad de movimiento
- Un buen modelo de negocio
- La humildad suficiente para aprender de nuestros errores y estar atentos a las necesidades de nuestros clientes.
Espero haberte sido útil de alguna manera y que sigamos en contacto.