domingo, 29 de agosto de 2010

Sólo si el hombre logra creer, luego lo puede crear.

Investigando archivos de mi computadora, encontré esta interesante manera de ver la historia de la invención de la bombilla eléctrica por Thomas Edison, que se terminó patentando el 27 de enero de 1808.

Miremos juntos estos aspectos, no siempre tan apreciados de aquellos tiempos y consideremos que habrá motivado a este gran hombre a dedicarle tanta perseverancia y dedicación.

Todo logro alcanzado por el ser humano ha nacido de un pensamiento, que desde mi punto de vista se origina en el corazón. ¿de que otra forma podría funcionar? Son estos pensamientos visualizados positivamente una y otra vez los que se transforman en el deseo ardiente capaz de mantener viva la llama de la realización (la persistencia).

Retornemos por un momento a la historia y recordemos nuevamente a Thomas A. Edison quien cambio el curso de toda la humanidad con su invento "la bombilla eléctrica". ¿Pero que posibilidades "reales" en aquel tiempo, tenía de saber que esto sería así fehacientemente? Para clarificar esta incognita repasemos algunos puntos de la época:

1) Paradigmas: Era el año de 1878 aproximadamente, en aquel momento todo la luz en medio de la noche era proporcionada por el fuego. Nadie conocía ningún otro sistema para general luz. ¿Quién podría creer que fuese posible?

2) Posibilidad comercial: No existía un mercado para el producto. El inventar la bombilla no garantizaba ningún tipo de éxito financiero, Si nadie la utilizaba en ese momento, ¿Quien podría comprarla? ¿Sería riesgoso utilizarla? Imagínese por un momento a usted en 1878, llevar ese instrumento desconocido a su casa y arriesgar así la vida de su familia.

3) Costo/inversión: El costo del proyecto era alto, además del costo de implementación ¿Cómo la llevaría a su casa si no existía tendido eléctrico? Además tendría que pagar por utilizarla.

4) Credibilidad: No existían especialistas en el área. Era la primera vez que algo similar se intentaba, y el único supuesto especialista había "fracasado" más de 14,000 veces intentándolo.

Aún con todas estas condiciones en contra, más las que no estan escritas porque con esta se marca bien el punto, hoy disfrutamos una vida más placentera gracias a la persistencia de un hombre que lucho en contra de las adversidades aprendiendo de cada una de ellas. ¿Por qué?

Porque hacía lo que amaba.

Porque creyó firmemente en una idea.

Porque sólo si el hombre logra creer, luego lo puede crear.

La gran mayoría de nosotros hemos renunciado a muchas de nuestras pasiones y sueños, hemos dejado de creer en nosotros mismos para creer en lo que hemos aprendido de otros o lo que otros creen que debe ser para nosotros. Esta historia es una invitación a retomar aquellos sueños perdidos en el baúl de la duda para ponerlos sobre la repisa de la fe.

Posiblemente su idea no cambie el mundo, pero podría garantizarle que si lo intenta podrá cambiar "su propio mundo".

Abrazo grande y espero haber sido de utilidad
Luis Sabbi

viernes, 27 de agosto de 2010

Sugerencias importantes para crear afirmaciones efectivas

Veamos algunos de los aspectos más importantes sobre las afirmaciones:


1. Para comenzar, haga siempre las afirmaciones en presente, no en futuro. Es importante crearlas como si ya existiesen. No diga: «conseguiré un empleó maravilloso», sino: tengo un nuevo empleo maravilloso. Es efectivo también, comenzar las oraciones con Soy o Estoy y utilizar un verbo en gerundio. Por ej. Estoy creando...
Esto no es engañarse a sí mismo, sino simplemente reconocer que todo se crea primero en el plano mental, antes de que pueda manifestarse como una realidad objetiva.

2. Haga siempre las afirmaciones del modo más positivo que pueda. Afirme lo que sí quiere, no lo que no desea. No diga: «no volveré a quedarme dormido por la mañana», sino: «ahora me levanto con tiempo y lleno de energía todas las mañanas». Esto asegura que usted está creando y enfocándose en las imágenes mentales más positivas posibles.
En ocasiones puede sentir necesidad de hacer las afirmaciones negativamente, en especial cuando trate de eliminar algún bloqueo emocional o un mal hábito. Por ejemplo: «No debo ponerme tenso para conseguir las cosas». En ese caso, no se permita hacerlo, utilice siempre afirmaciones positivas que describa lo que usted desea crear. Por ejemplo: «Ahora me mantengo profundamente relajado y centrado y todo me parece fácil y fluido». Usar afirmaciones negativas solo afirma lo negativo y necesitamos cambiar el mapa mental para modificar el comportamiento.

3. En general, cuanto más breves y sencillas son las afirmaciones, más eficaces resultan. Una afirmación debe ser una expresión clara que contenga un fuerte sentimiento. Cuanto más carga de sentimiento encierre, más intensamente quedará grabada en su mente. Las afirmaciones largas, retóricas y teóricas pierden su impacto emocional y se quedan en simples figuraciones. Una buena técnica para lograr ser conciso es considerar que cada palabra, cada punto y cada coma valen mucho pero mucho dinero y que nuestro presupuesto es limitado.

4. Elija siempre afirmaciones que le parezcan totalmente adecuadas para usted. Lo que funciona para una persona puede no servir para otra. Una afirmación tiene que ser positiva, expansiva, liberadora y confortadora. Si no lo es, busque otra, o exprésela de otro modo, hasta que le parezca el adecuado. Es natural que encuentre una resistencia emocional a cualquier afirmación cuando la haga por primera vez, sobre todo si tiene un especial poder sobre usted y representa un cambio real su conciencia. No es otra cosa que nuestra resistencia natural al cambio y al desarrollo.

5. Cuando haga estas afirmaciones, recuerde siempre que está usted creando algo nuevo y fresco. Usted no intenta rehacer o cambiar lo que ya existe. Hacerlo así sería oponerse al estado de cosas actual, y eso provoca conflictos y luchas interiores. Adopte una actitud de aceptación y de saber manejar todo lo que hay en su vida, a la vez que asume que cada instante es una nueva oportunidad para empezar a crear exactamente lo que desea y lo que le hará más feliz.

6. Las afirmaciones no están pensadas para contradecir o tratar de cambiar sus sentimientos o emociones. Es importante que acepte y experimente todos sus sentimientos, incluso los llamados «negativos», sin tratar de cambiarlos. Por otra parte, las afirmaciones pueden ayudarle a formarse un nuevo punto de vista que le permita vivir experiencias cada vez más satisfactorias. Imagine que Ud. siempre camina sobre la misma línea de pasto en su jardín. Con el tiempo estará marcado un sendero. Este es el principio de las afirmaciones. El tema es que el pasto en un principio ofrecerá resistencia, solo cuando haya pasado varias veces el sendero esta claramente marcado y pasto dejare de ofrecer resistencia.

7. Al expresar sus afirmaciones, haga todo lo posible por crear un sentimiento de confianza y una sensación de que pueden ser ciertas. Abandone por lo menos durante cinco minutos todas sus dudas y vacilaciones y concentre toda su energía mental en lo positivo. Si las dudas, las reticencias o los pensamientos negativos se interponen en el camino de sus afirmaciones, recurra a cualquier proceso para evitarlo. No es efectivo hacer las afirmaciones mecánicamente, sino con convencimiento de que tienen realmente el poder de crear esa realidad (porque lo tienen). Cada vez que repita su afirmaciones hagalo como si realmente fuera cierto. Póngale toda su energía, garra, intención, fe, confianza o la palabra que considere buena usar, pero póngasela. Con ello conseguirá que sus afirmaciones sean mucho más eficaces.

Maneras de usar las afirmaciones

Hay muchísimas maneras de utilizar las afirmaciones de un modo poderoso y eficaz con el fin de dotarse de una perspectiva más creativa y positiva y de ayudarle a lograr objetivos concretos.

Recuerde que es importante estar relajado al hacer las afirmaciones. Pero no se aficione demasiado a perseguir resultados. Tenga presente que usted ya es todo lo que necesita. Lo que venga por añadidura, será bienvenido.

Durante las meditaciones

I. Exprese sus afirmaciones en silencio, mientras medita o se relaja profundamente, preferentemente antes de disponerse a dormir o nada más despertarse.

Afirmaciones orales

1. Expréselas en silencio o en voz alta siempre que piense en ellas a lo largo del día y especialmente mientras conduce, realiza las labores caseras u otros trabajos rutinarios.

2. Dígaselas en voz alta cuando se mire al espejo. Esto es muy aconsejable cuando se trata de mejorar la autoestima y el amor propio. Mírese fijamente a los ojos y afirme su belleza, su valía y sus méritos para ser amado. Si se siente incómodo al hacerlo, aguante hasta que consiga derribar esas barreras que provocan su incomodidad y sea capaz de mirarse y amarse. Es posible que al hacerlo experimente una especial emoción que termina por disiparse.

3. Grabe sus afirmaciones en cintas magnetofónicas o mp3 y póngalas mientras hace las taréas de la casa, mientras conduce, etc. Por ejemplo: «Estoy siempre profundamente relajado y centrado», También puede grabar un pequeño texto, de unos tres o cuatro párrafos, describiendo una visualización determinada.

Afirmaciones escritas

I. Elija una afirmación concreta y escríbala de diez a veinte veces seguidas, pensando realmente en cada una de las palabras que escribe. Puede modificar la afirmación mientras la transcribe si se le ocurre otro modo de expresarla mejor. Es una de las técnicas más poderosas que he podido experimentar, y resulta facilísimo ponerla en práctica.

II. Escriba o mecanografíe afirmaciones y péguelas en distintos lugares de la casa o en el trabajo a modo de recordatorios. Puede pegarlas en la heladera, en el teléfono, en el espejo, sobre la mesa del despacho, en la cabecera de la cama o en la mesa del comedor.

Afirmaciones en la vida diaria

Empiece a incluir afirmaciones en su conversación, haciendo rotundas afirmaciones de las cosas y de las personas (sin excluirse a sí mismo) que quiera usted ver de un modo más positivo. Es asombroso comprobar qué cambios tan espectaculares pueden producirse en su vida con sólo empezar a hablar conscientemente de un modo más positivo en la conversación diaria. Una advertencia: No utilice esta técnica de tal manera que haga que se sienta en contradicción con sus verdaderos sentimientos. No la emplee cuando de sienta alterado o pesimista, pues eso equivaldría a reprimirse. Utilícela en momentos constructivos, para ayudarse a cambiar estructuras de su discurso negativo interno y los conceptos subyacentes o paradigmas instalados.

Las afirmaciones pueden hacerse en silencio, en voz alta, por escrito o incluso cantadas o recitadas. Con sólo diez minutos diarios de afirmaciones positivas, se pueden compensar años de viejos hábitos mentales.

Cualquier expresión de carácter positivo puede considerarse como una afirmación. Puede ser muy general o muy concreta. Existe un número infinito de afirmaciones posibles. Me limitaré a transcribir algunas ideas:

• Cada día, en todo lo que hago, soy mejor, mejor y mejor.
• Todo me llega fácilmente y sin esfuerzo.
• Mi vida se desarrolla con absoluta perfección.
• Tengo todo lo necesario para disfrutar aquí y ahora.
• Soy el dueño de mi vida.
• Todo lo que necesito ya está en mi interior.
• La perfecta sabiduría reside en mi corazón.
• Me siento pleno y completo en mí mismo.
• Me amo y me estimo tal como soy.
• Acepto todos mis sentimientos como parte de mí mismo.
• Me encanta amar y ser amado.
• Cuanto más me amo a mí mismo, más amor tengo para dar a los demás.
• Actualmente amo y recibo amor libremente.
• Atraigo hacia mí y hacia mi vida relaciones de amor, de satisfacción y de felicidad.
• Mi relación con X es cada vez más feliz y más plena.
• Tengo un trabajo perfecto, que me satisface y está bien pagado.
• Me encanta hacer mi trabajo y me siento recompensado, tanto en lo creativo como en lo económico.
• Soy un canal abierto de energía creadora.
• Soy capaz de expresarme tal como soy, con pleno dinamismo.
• Siempre me comunico de modo claro y eficaz.
• Dispongo de suficiente tiempo, energía, sabiduría y dinero para conseguir todos mis deseos.
• Siempre estoy en el lugar preciso en el momento oportuno, realizando con éxito lo que hay que hacer.
• ¡Es estupendo tener todo lo que deseo!
• El universo es rico y hay de todo para todos.
• La abundancia es mi estado natural y yo la acepto.
• Bienes infinitos fluyen ahora hacia mi vida.
• Mi economía es cada vez más próspera.
• Cuanto más tengo, más tengo para dar.
• Cuanto más doy, más recibo y más feliz me siento.
• Es fantástico divertirse y disfrutar. Y eso es lo que hago.
• Me encuentro relajado y centrado y tengo tiempo para todo.
• Ahora disfruto con todo lo que hago.
• Me siento feliz y afortunado sólo por el hecho de vivir.
• Me siento con una salud perfecta y radiante de belleza.
• Tengo un empleo maravilloso con un sueldo maravilloso. Y presto un maravilloso servicio de un modo maravilloso.

Acá hay una base, cada uno puede realizar la suya propia, parecidas, diferentes o como se crea conveniente.

Abrazo grande
Luis Sabbi

miércoles, 25 de agosto de 2010

Seminario para Jovenes Emprendedores 10 de Septiembre de 2010




martes, 17 de agosto de 2010

LA CREACIÓN MENTAL Y LA CREACIÓN FÍSICA (David Kethe)

Hoy quiero compartir con Uds. un extracto sobre visualización creativa de David Kethe, que me parece muy esclarecedor sobre el tema. Esta escrito como a mi me gusta, de una manera simple y clara. Con ejemplos cotidianos y conocidos. Espero sea de su agrado y a la vez útil para cada uno de uds.

"Los grandes logros comenzaron como un sueño en la mente de una persona. Al igual que todo ser se encuentra en la semilla que lo engendra, el roble duerme en la bellota, el ave espera en el huevo; los sueños son las semillas de dicha realidad que espera impaciente. ¡Querer es poder! ¡Soñar es lograr!" -James Allen-

Al observar a las personas que lograron grandes metas es posible ver que todas tienen algo en común: utilizan el poder de la visualización para crear una imagen clara de su meta como si ya fuese realidad.

Walt Disney fue capaz de realizar todos los proyectos que concibió debido a su capacidad para visualizarlos ya terminados cuando apenas eran una idea en su mente. La idea de Disneylandia se le ocurrió mientras paseaba con sus hijas por el parque. Él cuenta como en aquella ocasión imaginó un gigantesco parque de diversiones donde los niños y sus padres pudiesen disfrutar juntos, y donde estuvieran todos los personajes de sus dibujos animados. El día en que decidió poner en marcha su proyecto, nada ni nadie pudo detenerlo.

Se cuenta que cuando se encontraba buscando un banquero o un inversionista que financiara la construcción de su parque de diversiones, solía llevarlo al sitio que él había escogido para construirlo en las afueras de la ciudad de Los Ángeles, California, y desde una colina cercana los invitaba a compartir dicha visión. Les decía: "La entrada al parque quedará de aquel lado y allí comenzará la calle central que termina en aquel hermoso castillo, ¿lo puede ver?" Y así describía cada una de las atracciones y juegos con tal claridad como si las estuviese viendo, mientras los potenciales inversionistas, trataban de imaginar lo que Disney veía allí, en medio de aquel terreno baldío.

Durante la ceremonia de inauguración de Epcot Center en la ciudad de Orlando, Florida, cinco años después de su muerte, un reportero se acercó a Roy Disney, hermano de Walt, quien por aquel entonces se encontraba al frente de la corporación, y le dijo: "Debe ser un momento difícil para usted; un día de gran alegría pero también de inmensa tristeza al ver que Walt nunca pudo ver culminado este parque, que era uno de sus grandes sueños". Roy se volvió al reportero y le dijo: "joven, está usted totalmente equivocado. Walt vio culminado este sitio. Fue precisamente gracias a que él lo vio culminado mucho antes de que se comenzara a construir, que hoy usted y yo lo estamos viendo".

Esta historia ilustra cómo las personas de éxito son conscientes de la importancia de crear una imagen clara de lo que desean alcanzar y de permitir que toda acción que emprendan esté guiada por esta visión. Cuando creas una imagen, una fotografía mental de lo que deseas alcanzar, tu mente se encargará de mostrarte el camino mediante el cual lograrás materializar tu objetivo.

La Universidad de Yale, una de las mejores universidades de Estados Unidos, dio prueba irrefutable de la validez de este método, con un estudio que realizó en el año de 1953. Ellos descubrieron que, de todos los estudiantes que se graduaban aquel año, únicamente un 3% tenía metas fijas, objetivos claramente definidos y escritos en un papel, y los leían y examinaban con regularidad. Únicamente este pequeño número de estudiantes había tomado el tiempo necesario para darle dirección a su vida y escribir aquello que era realmente importante para ellos.

Veinte años más tarde, la universidad hizo un seguimiento a este mismo grupo de profesionales y descubrió que el 3% que había escrito sus metas y definido claramente un plan de acción, había alcanzado cien veces más que el otro 97%.

Estos resultados hablan por si solos: necesitamos tener metas fijas y objetivos claros antes de empezar. La gente exitosa piensa en sus objetivos la mayoría del tiempo. Como resultado de ello, están moviéndose continuamente hacia sus objetivos, y éstos se mueven hacia ellos. Cualquier cosa en que pienses la mayoría del tiempo, crece y se expande en tu vida. Piensa en tus objetivos y habla de ellos, y lograrás mucho más que la persona promedio que está pensando y hablando constantemente sobre sus preocupaciones cotidianas, sus problemas y sus carencias.

Escribe en la parte superior de un papel la palabra "Objetivos", con la fecha de hoy. Después, haz una lista de diez objetivos que te gustaría alcanzar en los próximos doce meses. Pero no los escribas como algo que "quisieras lograr", o como algo que "esperar poder lograr algún día"; no incluyas en tu descripción de ellos ninguna palabra que exprese duda o incertidumbre. Escríbelos como si ya los hubieses logrado. Comienza cada objetivo con la palabra "Yo", para que sea personal.

Con sólo llevar a cabo este ejercicio, entrarás a formar parte de ese 3% de los adultos de nuestra sociedad que se ha tomado el tiempo para desarrollar una visión clara de lo que esperan lograr. Esta sola acción te separará del 97% de los adultos restantes quienes, tristemente, nunca han escrito una lista de objetivos en su vida.

La idea sobre la cual se fundamenta este principio es que todas las cosas en realidad son creadas dos veces. La creación física está precedida por una creación mental.

Si vas a construir una casa, antes de empezar a excavar, de levantar las paredes o, inclusive, de elaborar y trazar los planos, mentalmente ya has creado una imagen de la casa terminada. Tal vez los detalles no están totalmente definidos, pero por lo menos tienes una visión lo suficientemente clara de lo que quieres como para comenzar a trazar los planos. Ésta es la primera creación, la mental.

Sólo entonces comienzas a excavar para poner los cimientos y levantar las paredes. Esto es lo que constituye la segunda creación: la física. Las personas de éxito saben que si ignoran la creación mental, es muy posible que durante la creación física deban efectuar costosos cambios. La creación, el ensayo mental les permite enfocar mucho mejor sus ideas, practicar su plan de acción, evaluar cada paso del proceso y mejorar o cambiar lo que sea necesario.

Es lo mismo que te estoy pidiendo que hagas. Si presentas a tu mente subconsciente esta imagen o película de tu vida, ya habiendo alcanzado las metas que te has propuesto, ella empezará a trabajar para hacer que tu mundo, que tu realidad exterior sea consistente con esa imagen interna que le has estado presentando. Éste es, sin lugar a dudas, uno de los poderes más grandes de la mente subconsciente, la capacidad de ayudarte a hacer tu mundo exterior consistente con esa imagen interna. El pensamiento de una casa de ciertas características en la mente de un arquitecto, puede no causar la aparición instantánea de la casa, pero provocará el movimiento de su energía creativa para que produzca su rápida creación.

Gran parte de la humanidad limita sus esfuerzos completamente al trabajo que pueda realizar con sus manos. Tratan de cambiar o modificar con su esfuerzo físico el mundo que los rodea, sin detenerse a examinar la posibilidad de crear la realidad que desean experimentar a partir de los pensamientos que albergan en su mente.

Yo quiero decirte que tú puedes crear la realidad que desees experimentar. Puedes triunfar en cualquier área que te propongas, mientras que estés dispuesto a cambiar tu manera de pensar y desarrollar los hábitos y las habilidades requeridas. No importa que en el pasado no hayas tenido mayores éxitos.

Todo comienza con tu creación mental. Si debes hablar en público, por ejemplo, en lugar de decir: "espero no quedar mal", "espero que no me equivoque", ojalá que no me vayan a temblar las piernas" o "por qué me habrán escogido a mí que odio hablar en público". Di algo así como: "Sé que todo saldrá bien", "amo hablar en público", "soy capaz y estoy segura de lo que voy a decir", "estoy disfrutando de poder hablar en público hoy" o " qué bueno tener esta oportunidad de hablar en público".

Cambia tu diálogo interno, crea una nueva clase de imágenes en tu mente subconsciente de cómo esperas y quieres que ocurran las cosas. Una vez has creado esta imagen, practícala una y otra vez. De esta manera, cuando finalmente estés en el escenario, no será la primera vez que te dirijas a tu audiencia, ya serán viejos amigos puesto que los has visto en cada uno de tus ensayos mentales.

Si estás pensando que de nada servirá todo esto, ya que la realidad es que simplemente no eres bueno para hablar en público, nunca lo fuiste y probablemente nunca lo serás, quiero que entiendas que es posible que ésta haya sido tu realidad hasta ahora, pero la puedes cambiar.

Recuerda que tu futuro no tiene que ser igual a tu pasado. Tú puedes cambiar. Si modificas tu diálogo interno, comienzas a crear nuevas imágenes, lo dices con fe en que puede suceder, y dibujas imágenes de éxito que te muestren hablando en público con seguridad y entusiasmo, tu cerebro no podrá distinguir entre la realidad y la imagen que le estás presentando y entonces, será sólo cuestión de tiempo antes de que tu cerebro y tu mente comiencen a actuar y a comportarse de acuerdo con estas nuevas imágenes. ¡Trátalo! No tienes nada que perder y sí mucho que ganar.

Como siempre, espero haberles sido de utilidad y haber agregar un poco de valor en mi entorno.

Abrazo

Luis Sabbi

martes, 10 de agosto de 2010

¿Cuándo esperás lograr tus metas?

¿Cuándo esperás lograr tus metas?

El primer síntoma para saber que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas que he conocido en la vida siempre tenían tiempo para todo. Las que no hacían nada estaban siempre cansadas, o conseguían realizar el poco trabajo que tenían y se quejaban constantemente de que el día era demasiado corto. En verdad, tenían miedo de enfrentarse con el cumplimiento de sus metas.

El tercer escalón consiste en determinar el período de tiempo en el cual pensás que lograrás tus metas. Ese período debe tener en cuenta dónde te encontrás con respecto a ellas y qué necesitás hacer para alcanzarlas. Cuando asignás una fecha determinada para el logro de cierto sueño, habrás llevado este sueño un paso más cerca de convertirse en realidad.

Una meta es simplemente un sueño con una fecha frente a él. Podríamos decir que desde este punto en adelante es cuando el tiempo se convierte en factor definitivo. El período de tiempo que fijes para alcanzar tus metas es crucial. Este debe ser tal, que te exija un esfuerzo mayor; que demande el máximo de tu potencial, que requiera el desarrollo de una disciplina fuera de lo común para lograr tus metas. Sin embargo, debe ser realista y flexible, tener en cuenta los obstáculos a los que tendrás que sobreponerte, y los nuevos hábitos o habilidades que tendrás que adquirir.

El punto de partida para aprender a administrar tu tiempo es desarrollar una visión clara de tus metas y objetivos. Quizás el peor enemigo de tu tiempo es poseer metas borrosas; no saber exactamente qué es lo que pretendés alcanzar; olvidar cuáles son tus aspiraciones y metas a largo y corto plazo. Muchas personas trabajan arduamente sin tener idea alguna de qué es lo que verdaderamente desean lograr en sus vidas.

Saber administrar nuestro tiempo es, sobre todo, organizar nuestras actividades de tal manera que podamos alcanzar nuestras metas más importantes de la manera más rápida posible.

Asignar el período de tiempo apropiado para el logro de una meta específica es uno de los pasos más importantes. La fecha que colocás frente a cada uno de tus sueños como límite para su consecución, determinará el paso y la rapidez con la cual tendrás que trabajar tu plan. No existen sueños irreales, sino plazos de tiempo irreales para el logro de dichos sueños. El plazo de tiempo que separes para el logro de determinada meta debe considerar no sólo la magnitud de dicha meta, sino también qué tan lejos te encontrás de ella y qué necesitás aprender para llegar allí. Saber que tenés una meta que cumplir te ayudará a dar prioridad a aquellas actividades que te permitirán materializar tu meta. Finalmente, saber que contás con un lapso de tiempo específico te dará singularidad de propósito y una actitud positiva hacia las actividades y trabajos que tengas que realizar, ya que sabés para qué estás haciendo lo que estás haciendo.

Recordá que toda meta realmente digna de alcanzar tomará tiempo. No te desanimes si ves que el poder alcanzar tus metas puede tomar varios años. Si sentís esa meta, podrás darte cuenta de que, a lo largo del camino tu compromiso con ese sueño te traerá muchos beneficios adicionales.

El aspecto más importante de asignar una fecha fija para el logro de nuestras metas, es que crea en nuestra mente una actitud diferente hacia el significado de la palabra tiempo. Esta nueva apreciación nos permite tomar control de nuestras actividades diarias para asegurarnos que éstas van de acuerdo con nuestras metas a largo plazo.

Si ya diste los dos pasos anteriores, en este momento tu lista contiene muchos de tus sueños y aspiraciones. Al examinar la importancia de cada una de estas metas y que tan lejos te encontrás de ellas, asigná una fecha especifica en la cual te gustaría ver cada meta realizada. Tené presente las habilidades y hábitos que vas a tener que desarrollar para poder alcanzarlas.

Por ahora no tenés que hacer esto con todos y cada uno de tus sueños. Seleccioná aquellos que por su importancia y trascendencia deseás llevar a cabo en primera instancia y concentrate en ellos. Más adelante, en la medida en que alcances estas metas, volve a tu lista maestra y selecciona nuevas metas en las cuales trabajar.

Al sentar prioridades entre tus actividades diarias asegurate que todo paso que dés te conduzca hacia la realización de tus sueños.

Como siempre esperando serte útil en algún aspecto.
Abrazo grande
Luis Sabbi