¿Cuándo esperás lograr tus metas?
El primer síntoma para saber que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas que he conocido en la vida siempre tenían tiempo para todo. Las que no hacían nada estaban siempre cansadas, o conseguían realizar el poco trabajo que tenían y se quejaban constantemente de que el día era demasiado corto. En verdad, tenían miedo de enfrentarse con el cumplimiento de sus metas.
El tercer escalón consiste en determinar el período de tiempo en el cual pensás que lograrás tus metas. Ese período debe tener en cuenta dónde te encontrás con respecto a ellas y qué necesitás hacer para alcanzarlas. Cuando asignás una fecha determinada para el logro de cierto sueño, habrás llevado este sueño un paso más cerca de convertirse en realidad.
Una meta es simplemente un sueño con una fecha frente a él. Podríamos decir que desde este punto en adelante es cuando el tiempo se convierte en factor definitivo. El período de tiempo que fijes para alcanzar tus metas es crucial. Este debe ser tal, que te exija un esfuerzo mayor; que demande el máximo de tu potencial, que requiera el desarrollo de una disciplina fuera de lo común para lograr tus metas. Sin embargo, debe ser realista y flexible, tener en cuenta los obstáculos a los que tendrás que sobreponerte, y los nuevos hábitos o habilidades que tendrás que adquirir.
El punto de partida para aprender a administrar tu tiempo es desarrollar una visión clara de tus metas y objetivos. Quizás el peor enemigo de tu tiempo es poseer metas borrosas; no saber exactamente qué es lo que pretendés alcanzar; olvidar cuáles son tus aspiraciones y metas a largo y corto plazo. Muchas personas trabajan arduamente sin tener idea alguna de qué es lo que verdaderamente desean lograr en sus vidas.
Saber administrar nuestro tiempo es, sobre todo, organizar nuestras actividades de tal manera que podamos alcanzar nuestras metas más importantes de la manera más rápida posible.
Asignar el período de tiempo apropiado para el logro de una meta específica es uno de los pasos más importantes. La fecha que colocás frente a cada uno de tus sueños como límite para su consecución, determinará el paso y la rapidez con la cual tendrás que trabajar tu plan. No existen sueños irreales, sino plazos de tiempo irreales para el logro de dichos sueños. El plazo de tiempo que separes para el logro de determinada meta debe considerar no sólo la magnitud de dicha meta, sino también qué tan lejos te encontrás de ella y qué necesitás aprender para llegar allí. Saber que tenés una meta que cumplir te ayudará a dar prioridad a aquellas actividades que te permitirán materializar tu meta. Finalmente, saber que contás con un lapso de tiempo específico te dará singularidad de propósito y una actitud positiva hacia las actividades y trabajos que tengas que realizar, ya que sabés para qué estás haciendo lo que estás haciendo.
Recordá que toda meta realmente digna de alcanzar tomará tiempo. No te desanimes si ves que el poder alcanzar tus metas puede tomar varios años. Si sentís esa meta, podrás darte cuenta de que, a lo largo del camino tu compromiso con ese sueño te traerá muchos beneficios adicionales.
El aspecto más importante de asignar una fecha fija para el logro de nuestras metas, es que crea en nuestra mente una actitud diferente hacia el significado de la palabra tiempo. Esta nueva apreciación nos permite tomar control de nuestras actividades diarias para asegurarnos que éstas van de acuerdo con nuestras metas a largo plazo.
Si ya diste los dos pasos anteriores, en este momento tu lista contiene muchos de tus sueños y aspiraciones. Al examinar la importancia de cada una de estas metas y que tan lejos te encontrás de ellas, asigná una fecha especifica en la cual te gustaría ver cada meta realizada. Tené presente las habilidades y hábitos que vas a tener que desarrollar para poder alcanzarlas.
Por ahora no tenés que hacer esto con todos y cada uno de tus sueños. Seleccioná aquellos que por su importancia y trascendencia deseás llevar a cabo en primera instancia y concentrate en ellos. Más adelante, en la medida en que alcances estas metas, volve a tu lista maestra y selecciona nuevas metas en las cuales trabajar.
Al sentar prioridades entre tus actividades diarias asegurate que todo paso que dés te conduzca hacia la realización de tus sueños.
Como siempre esperando serte útil en algún aspecto.
Abrazo grande
Luis Sabbi
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