Este árticulo esta basado casi literalmente en el articulo de Daniel Fernando Peiro. Lo que hice siplemente es adaptarlo a mi manera de hablar. Ya que comparto todo lo que aquí dice.
Varias investigaciones desarrolladas por diferentes personas alineadas con la psicología moderna, han comprobado que, de los 60.000 pensamientos, aproximados, diarios que producimos, el 80% son repetitivos y se convierten en creencias o pautas mentales, al ser captados por la mente subconsciente. Ahora prestá atención a la siguiente información: El 78% de estos pensamientos son de energía involutiva o negativos; en tanto, el 22% restante está conformado por pensamientos constructivos o positivos.
Educar nuestra mente para crear pensamientos positivos, requiere de un entrenamiento consciente, repetitivo y comprometido. (comúnmente llamado afirmaciones o afirmar) Lograr “poder” pensar de manera positiva, implica aprender a direccionar los pensamientos. Es aquí, en el direccionar, donde radica la llave que abre el umbral del “auto-dominio”.
Las buenas noticias son que los pensamientos negativos pueden ser reemplazados por otros pensamientos constructivos y positivos. Cuando un pensamiento negativo, nocivo, de energía baja o como quieras llamarlo ingresa a la mente, puede ser concretamente diluido por un pensamiento que le otorgue paz, tranquilidad, seguridad. Te preguntarás: ¿Cómo lo hago? Tranquilo… el artículo continua y la respuesta puede aparecer más adelante.
Continuando con la información, si la mente no se entrena con una permanente generación de ideas positivas, continuaremos siendo “esclavos” de las consecuencias que todo pensamiento negativo causa.
Reflexionemos:
Ciertamente, cuando estos pensamientos negativos invaden la mente, de alguna manera podríamos decir que derrotan nuestra propia voluntad. Sucede que estamos tan acostumbrados a pensar de esta manera que, al comenzar a reeducarnos nuevamente, evidenciaremos la poderosa terquedad, ya que ese vicio de pensar negativamente, genera poderosos rieles que conducen a estos pensamientos nocivos hacia las creencias con las que conciente o inconcientemente nos solemos sabotear.
La relación entre nosotros y nuestra mente es como la de un jinete y un caballo. Si el jinete le permitiera al caballo, que trote, galope y corra libremente por el campo en función de sus propios antojos, lo llevaría de un lugar a otro sin un sentido o dirección.
Es por eso que, como expertos jinetes, debemos conocer el caballo que montamos, para dirigirlo hacia donde elegimos y deseamos ir.
Imaginemos un caballo salvaje que no ha sido educado para ser montado. Los primeros pasos para poder cabalgarlo es domarlo. Seguramente, cuando el caballo salvaje sienta que estamos arriba de su lomo, pretenderá ejercer su fuerza para derribarnos, para hacernos caer y fracasar en la doma. Aunque, con fuerza de voluntad y paciencia, podemos estar seguros de que finalmente este caballo será nuestro verdadero sirviente.
De hecho, luego de domado, tendremos que cepillar, mimar, alimentar y dar de beber al caballo, proporcionándole los más diversos cuidados para que siempre sea nuestro aliado y servidor.
La práctica de cabalgar, cabalgar y cabalgar por praderas floridas, de hacer que el caballo-mente vaya reconociendo nuevos campos o ideas positivas, irá fortaleciendo nuevos hábitos que reemplazarán por completo los antiguos territorios por los que solía cabalgar el caballo-mente sin domar y por lo general desbocado y sin dirección.
Recordemos:
La mente es un maravilloso regalo que poseemos los seres humanos. Todo los elementos y herramientas que ves y conoces sobre este planeta alguna vez fueron pensados, imaginados y desarrollados por una mente. Esta, es el magnífico reflejo del Creador, porque con ella nos convertimos en seres co-creadores. Podemos utilizar el poder del pensamiento para un sentido evolutivo en nuestra vida; pero también puede transformarse en un instrumento de desastre y destrucción, si la empleamos de manera inapropiada. En este caso, la mente tomaría el control de absoluto de nuestra vida y se convertiría en nuestro propio enemigo, que tortura, agrede, culpa, castiga y nos roba toda posibilidad de trascender.
La mente conciente es el lugar donde nacen todos los pensamientos y con práctica, podemos direccionarlos hacia donde deseamos. En el mundo de la mente subconsciente, habitan las creencias que dirigen nuestros actos. El uso del permanente pensamiento positivo, nos permitirá re-programar aquellas pautas saboteadoras, que han quedado arraigadas en nuestra mente subconsciente y poder iniciar una nueva “programación mental” hacia una vida llena de abundancia y armonía.
Necesitamos ser “observadores” de nuestros pensamientos, que van y vienen y que vienen y van. Esta actividad que - en apariencia - puede juzgarse como pasiva es, en realidad, extremadamente poderosa y activa, pudiendo lograr el control sobre nuestros pensamientos.
Escuchar la mente:
Todos tenemos una voz que nos habla constantemente. Es muy importante que aprendamos a escuchar esa voz mental, transformándonos en un minucioso “testigo y observador”, dándole toda la atención a aquellos pensamientos saboteadores que se repiten con frecuencia, ya que éstos determinan nuestras creencias o pautas mentales. Al hacerlo, nosotros debemos alejarnos de juzgar esa voz de la mente; sólo es necesario oírla y tener presente cada pensamiento, con el propósito de ser conscientes de ello. Estaremos así, comenzando a asumir el control o manejo de nuestra mente y permitiéndonos domarla en su aspecto compulsivo.
Como te dije hace algunos renglones, en alguna parte del artículo seguramente más adelante respondamos la pregunta: ¿cómo lo hago? Y esa parte es la siguiente:
¿Cómo hacemos para estar concientes de nuestros pensamientos?
Un de las cosas que podemos hacer es que, cada vez que aparezca un pensamiento saboteador, una sensación de miedo, de no aceptación de sí mismo, de fracaso, un sentimiento de escasez y de no merecimiento o culpa, podemos repetirnos mentalmente dirigiéndonos a nuestro Ser profundo o conciencia: “GRACIAS POR RECORDARMELO” y practicar el amor hacia nosotros mismos, perdonándonos por ese pensamiento. En este momento, debemos crear una imagen de felicidad en nuestra mente, y enfocarnos hacia la paz.
Una técnica que podemos utilizar para enfocarnos en la Paz o el Amor es visualizar o imaginar uno de estos 4 símbolos:
Un bebe;
una mascota,
algo de la naturaleza,
o nuestra fuente espiritual.
Cada uno de nosotros conectamos con el corazón a través de algunos de estos 4 símbolos. Descubrir cual de los 4 es el que nos conecta es parte del trabajo personal de cada uno.
Y para ir terminando y cerrando el artículo, otra de las técnicas que podemos utilizar es la de Cancelar el pensamiento. Esta herramienta es muy poderosa y funciona de la siguiente manera: Cada vez que un pensamiento negativo se cruce por nuestra mente, utilizamos la palabra “cancelado” (verbal o internamente. Mi preferencia es la interna.) por lo menos tres veces y con convicción. El sub-consciente registra esta repetición como un “mandato” e interrumpe las posibles manifestaciones de lo negativo para la vida.
Por ejemplo:
1) De repente nos descubrimos pensando “Soy un fracaso”. En ese mismo instante repetirías “cancelo, cancelo, cancelo”.
2) En una conversación una persona dice: “en este país no se puede prosperar”... de inmediato diríamos “cancelo, cancelo, cancelo esa creencia”.
También funciona repetirnos: “cancelado”
¿Cómo reemplazar los pensamientos negativos por pensamientos constructivos?
Cuando hayamos “cancelado” un pensamiento negativo de nuestra mente, necesitaremos reemplazar este espacio vacío con una afirmación o pensamiento opuesto (positivo).
A esto se le llama una “proclama” o un “mandato”; es el momento en el que comenzamos a anclar una “nueva pauta” de pensamiento positivo, que ocupará el lugar del pensamiento negativo anterior.
Para ejemplificar esto, voy a continuar con los ejemplos anteriores:
1) Luego de cancelar el pensamiento “Soy un fracaso” puedo repetirme: “Yo soy exitoso y triunfador en todo lo que emprendo” o mi preferida, “Estoy creando una vida exitosa y abundante”
2) En este país no se pueda prosperar”... Cancelado y luego “Este país tiene inagotables fuentes de progreso para mi y para todos”
Las afirmaciones son en mi experiencia, una de las herramientas más poderosas que podemos utilizar para re entrenar nuestra mente y aunque creamos que no tenemos pensamientos negativos, que somos realistas o que somos optimistas, los pensamientos negativos cruzan nuestra conciencia más alla de lo que nos gustaría. ¿No lo creés? Observa tu mente y lo podrás comprobar.
Esperando haberte sido útil como en cada artículo, te dejo un abrazo enorme
Luis Sabbi