FORMACIÓN RETICULAR Y LA VISUALIZACIÓN CREATIVA.
Los neurólogos señalan que más de dos millones de estímulos y señales diferentes llegan a nuestro cerebro cada segundo. Obviamente, nosotros no captamos toda esta información con la mente consciente. Si así fuera, la información rebosaría rápidamente su capacidad.
Nuestro cerebro cuenta con un filtro sensorial conocido como formación reticular, que nos señala que información de nuestro medio ambiente es importante y filtra aquellos estímulos que no considera necesarios.
El agudizar el poder de visualización que acabamos de mencionar, produce cambios a nivel cerebral que nos pueden ayudar a materializar nuestras metas. Existen evidencias puramente fisiológicas que muestran un incremento en nuestro nivel de percepción, como consecuencia de formar una imagen mental clara de nuestras metas. Este aumento en la percepción de nuestro medio es conocido por los neurólogos con el nombre de formación reticular y ocurre en una área del tamaño de la uña del dedo pulgar, localizada en la zona media del cerebro.
La formación reticular cumple, por así decirlo, la función de filtro sensorial. Todo impulso sensorial, toda información que haya llegado a través del sentido de la visión, el olfato, el gusto, el oído o el tacto es filtrada hasta cierto grado antes de llegar a la corteza cerebral. La formación reticular es la parte del cerebro que permite que sólo aquella información significativa o importante para la persona logre llegar al centro consciente del cerebro. De manera que el grado con que percibimos, o somos conscientes de cualquier cosa que se encuentre a nuestro alrededor, va en proporción directa a la importancia que previamente le hayamos asignado a ella en nuestra mente.
Por ejemplo, recuerdo que cuando la esposa de un amigo quedó embarazada por primera vez, comenzaron a notar la cantidad de mujeres embarazadas que había por donde quiera que fueran. Hasta ese momento, ese hecho había pasado casi inadvertido. Pero desde el momento en que supieron de su embarazo, fue como si de repente sus sentidos se hubiesen puesto en posición de alerta y percibieran con mayor facilidad la presencia de mujeres embarazadas.
Seguramente, alguna vez te habrá sucedido que tomas la decisión de comprar determinado tipo de automóvil: uno algo diferente, quizás con un color o estilo fuera de lo común. No obstante, después de algún tiempo, comienzas a verlo por todas partes. Es como si de repente fuera el auto más popular. Lo puedes diferenciar desde muy lejos y así te encuentres entre una multitud de autos, el tuyo salta a la vista. Es como si tu sentido de la visión se hubiese agudizado, manteniéndote constantemente alerta a su presencia. Lo que ha sucedido es que una vez le has asignado importancia a cierta idea, a cierta acción u objeto, tus sentidos se vuelven más sensibles y perciben con mayor facilidad dicho objeto debido al interés que ha cobrado en tu mente.
¿Cómo puede ayudarte todo esto a lograr el éxito? Muy sencillo, si tomas el tiempo para identificar claramente las metas y sueños que deseas manifestar en tu vida, te enfocas en ellos y le das la importancia que merecen, visualizándote ya en posesión de ellos, tu formación reticular te ayudará a identificar oportunidades a tu alrededor que te puedan ayudar a alcanzar dichas metas. ¿Cómo puedes hacerlo? Una vez identifiques tus metas, crea imágenes claras de ellas. Ayúdate con fotografías, postales, videos o lo que creas que te pueda ayudar a visualizarlas más claramente.
No hay ninguna fuerza mágica o sobrenatural que opere aquí, es simplemente parte de las funciones fisiológicas del cerebro. En la medida en que te enfocas en cualquier sueño, por imposible que pueda parecer, piensas en él, lo visualizas, lo rodeas de fuertes emociones, y desarrollas un profundo deseo por obtenerlo, activarás tu formación reticular, agudizando así todos tus sentidos para que logren captar con mayor facilidad toda información sensorial proveniente del medio ambiente que pueda estar relacionada con esta meta.
Muchas personas utilizan este poder a diario. Cuando decimos que alguien puede "oler las oportunidades", o que "no se le escapa ninguna oportunidad", podemos estar seguros que esta persona está utilizando su formación reticular. Tu cerebro también está equipado con este mismo poder. Lo único que tienes que hacer es aprender a usarlo y comenzar a ejercitarlo. Sin activar tu formación reticular, sin programarla con aquellas cosas que deseas alcanzar, es posible que las oportunidades que buscas pasen frente a ti sin que tan siquiera te percates de ellas.
Como ya hemos visto, cada persona genera los pensamientos dominantes que ocupan su mente. Los pensamientos que ella adopta voluntariamente, y que fortalece con entusiasmo y otras emociones positivas se transforman en poderosas fuerzas motivadoras que dirigen y controlan sus expectativas y sus acciones.
El asociar un pensamiento -el logro de una meta específica, por ejemplo- con una serie de emociones fuertes, como la convicción, la certeza y el deseo profundo; el crear una imagen clara de lo que dicho pensamiento representa, y el repetirlo constantemente lograr "magnetizar" dicho pensamiento. Esto hace que nuestra mente sea más susceptible a todo aquello que esté ligado con dicha idea, y actúe como un imán, atrayendo todo aquello que pueda facilitar su realización.
De esta manera, la mente humana está constantemente atrayendo todo aquello que armonice con sus pensamientos dominantes. Cualquier idea, plan, pensamiento o propósito que uno abrigue, atrae miles de ideas afines, las adhiere a su propia fuerza y crece hasta convertirse en el propósito que domina nuestra manera de pensar y nos mueve a actuar.
Quiero darte una tarea para que comiences hoy mismo a tomar ventaja de este poder, de esta valiosa herramienta que tienes a tu disposición. Para cada deseo, meta, o sueño que quieras hacer realidad, busca una imagen que te permita visualizarte habiendo alcanzado ya dicho sueño.
Si deseas conseguir un nuevo auto o una casa, busca una fotografía de ellos, y si puedes estar tú en la fotografía, mucho mejor. Si tu sueño es viajar a cierto lugar del mundo, consigue imágenes de dicho lugar y ponlas en un sitio donde puedas verlas constantemente. Si tu meta es perder diez o quince kilos de peso para volver a tu peso ideal, busca una fotografía tuya cuando tenias ese peso, o toma una imagen del cuerpo que quieres tener y pon sobre ella una foto de tu cara. Haz todo aquello que se te ocurra para poder visualizarte en posesión de aquello que deseas lograr y alimenta tu mente con estas imágenes. Hazlo y te sorprenderán los resultados.