¿Cuántas veces hemos visto, caminando
por cualquier calle de cualquier ciudad, a una persona que se tropieza y cae al
suelo? Seguramente, como me ha sucedido a mi, muchas. ¿Y que más sucede casi
instantáneamente y hasta me animo a decir que antes de que caigan? ¿qué es lo
que vemos en el entorno? Si prestas atención y este tropiezo sucede en una
calle transitada por más personas, la persona o las personas que están cerca
del que tropieza, o estira un brazo para intentar evitar la caída o tiene una
mano para apoyar al caído a levantar. Y no es solo una persona la que lo hace,
casi por instinto reflejo hay varios brazos o manos disponibles. Esto es lo que
desde mi visión certifica que los seres humanos somos serviciales por
naturaleza. Esto me deja saber que instintivamente las personas nos ponemos
disponibles para dar una mano. Y el líder definitivamente es una persona y si
quiere ser efectivo en su liderazgo necesita y debe oír y escuchar a sus
dirigidos, saber que necesitan, que les sucede, como puede comunicarse mejor
con ellos. No por que sean frágiles y no queramos herir sus sentimientos, sino
porque todos estamos para dar una mano en post de obtener mayor bienestar para
el equipo.
Te invito a reflexionar sobre estas preguntas ¿En qué puedo servir a
este otro ser humano? ¿En qué puedo serle de utilidad? Cómo puedo sumar más
valor a su vida? ¿Cómo es que todo esto aportaría bienestar al equipo y a los
resultados que buscamos? ¿Qué le gusta a la gente que te rodea? ¿Qué necesitan?
¿Cómo podría cuidarlos más?
El simple hecho de hacerse estas preguntas, abre un mundo de
oportunidades para servir, ser útil y brindar mayor bienestar a nuestro entorno.
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