lunes, 28 de julio de 2008

una pequeña anecdota


Hace unos meses, estaba en la casa de mi madre y decidí ir al almacén del barrio.
Entre y delante mío Horacio (el almacenero) estaba atendiendo a una señora que esta con su hijita de unos 6 o 7 años aproximadamente.

El asunto es que mientras Horacio atendía a la Sra. la niña no deja de decirle a la mujer (calculo seria su madre) quiero un caramelo, quiero un caramelo, quiero un caramelo... asi como disco rayado. Saben de que hablo, todos fuimos niños. 

En un momento dado, (y aquí viene el centro de la cuestión) Horacio gentilmente le da un caramelo a la niña y la Sra. dice:
-"No Horacio. ¡¡¡Por favor!!!
-No se haga problema, se lo regalo yo. Toma fulanita, comélo tranquila.

Punto seguido, fulanita pelo su caramelo sin mirar siquiera a Horacio y se lo comió. La Sra. siguió con sus compras como de costumbre y se fueron.

Una vez afuera lo miro a Horacio y le pregunto:
¿Ya no se usa mas: el que se dice? Yo recuerdo que mi madre, cuando me regalaban algo o simplemente me alcanzaban o daban, automática e instantáneamente me decía: ¿Que se dice?
Y yo respondía, con algo de pudor y bajando la mirada por no haberme dado cuenta, GRACIAS...

Que interesante... porque seguí mi vida pero ahora observando y note que ya casi nadie dice, ni gracias, ni disculpe, ni perdón, ni permiso. Yo me pregunto: ¿Esto también es culpa del País, el gobierno, los presidentes, el campo, o quien sea? Yo sigo diciendo todo esto y vivo en acá con los mismos presidentes.

Seguramente me equivoco en un montón de cosas y definitivamente estoy lejos de ser siquiera un poquito adecuado. Pero SI digo GRACIAS, SI digo, DISCULPE, PERMISO Y PERDON.

Y capaz me este poniendo viejo, pero que tipo de comunidad pretendemos si ni siquiera estas simples reglas básicas de educación ya nos acordamos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo.