Encontrar la razón de tu existir o el propósito de nuestra vida es una responsabilidad que cada quien debe asumir y a partir de esto emprender el camino hacia el encuentro, pues nadie más podrá hacerlo por nostros; en nuestro interior y a través del conocimiento debemos descubrir nuestra razón existencial, una manera efectiva de comenzar a clarificar parte de este camino es a traves de preguntas que al auto formulárnoslas pueden apoyarnos a encontrar nuestro camino o propósito.
¿Qué es lo que más disfruto realizar?
¿Con qué actividad me siento más identificado?
¿Quién quiero llegar a ser? ¿Dónde deseo estar?
¿Qué me gustaría hacer el resto de mi vida?
¿Qué haría de manera gratuita el resto de mi vida?
¿Cuánto deseo ganar para realizar mi ser?
Dentro de la variedad de actitudes que podemos elegir en la vida, están la de ser protagonista de los hechos o mero observador. Si elegimos ser protagonistas de cualquier hecho, acción, emprendiemiento o trabajo y si desarrollamos esto con integridad y pasión el éxito es sólo cuestion de tiempo. El gran secreto para nunca trabajar es aprender a disfrutar lo que hacemos, entonces la rutina, el aburrimiento, la queja, los pesaros jamás nos alcanzarán ya que el secreto consiste en hacer de cada actividad ordinaria una experiencia extraordinaria. Como decía el padre de un gran amigo: “Si vas a trabajar de jardinero, hacelo para ser el mejor jardinero de la ciudad”. De esta manera cualquier trabajo que desarrollemos lo podremos convertir en excitante y lleno de retos. Solo necesitamos proponemos hacer de cada día una obra única y singular poniendonos en acción para hacerlo; con pasión y con alegría podremos disfrutar de cualquier actividad y podremos querer lo que tenemos. Aunque no sea necesariamente lo que querriamos en ese momento. Como decia otro amigo: “Podés querer todo lo que tenés y de esta manera tendrás todo lo que querés”
Es sumamente importante estar viviendo en propósito o a propósito para poder saber si simplemente estamos trabajando como autómatas persiguiendo ciegamente resultados aislados o si nuestra actividad es parte del plan que nos trazamos para alcanzar o acercarnos más a nuestro propósito. Un resultado es únicamente la consecuencia positiva o negativa de un acto; Que puede estar o no dentro de un plan o estrategia. La realización es una obra que trasciende el mero resultado, es la consecuencia de haber tenido un sueño y de habernos animado a seguirlo. El resultado es el fruto, la realización esta alineado a un propósito y es una forma de vida.
Todos los días tenemos la opción de realizarnos, porque la realización no es una meta, es una forma de transitar el camino. El resultado busca un objetivo aislado; la realización es el proceso es el vivir en propósito, el resultado es un efecto, la realización es la causa. Desde esta perspectiva podemos chequear, a diario, si una actividad que deseamos realizar nos acerca o aleja de nuestro propósito o si estamos transitando el camino hacia nuestro propósito u otro.
Tegamos presente que la realización se presenta cuando nos brindamos a fondo, cuando todo nuestro potencial esta siendo aplicado en su máxima intensidad más allá de si ganamos, perdemos o empatamos; estamos seguros de que en ese momento daremos lo mejor de nosotros mismos, los resultados son la consecuencia de nuestra entrega total y con esta actitud es usual que el resultado nos sea favorable.
Si nuestra vida está llena de realizaciones, podemos darnos cuenta que estamos viviendo “a propósito” y tendremos una vida colmada de satisfacciones, ¿cómo podemos saber con certeza si nuestra vida ha sido valiosa? Elaborando una lista de realizaciones, qué hayamos hecho con gusto, con pasión, con el deseo vehemente de hacer lo mejor posible.
Si pudiera dar una herramienta para vivir una vida en propósito esta sería desafiarnos cada día a encontrar la dimensión extraordinaria de lo ordinario y no conformarme con hacer "lo estrictamente necesario", ni siquiera pondría mi foco en quienes a mi criterio hacen “lo estricamente necesario” yo me desafiaría a como expandir mi rango en cada área de mi vida con creatividad, suavidad, amor y alegría, para ser cada día más y más efectivo en vivir “a propósito”.
Cada día busquemos la manera de dar un paso más, aprender algo nuevo, leer otro artículo de lo que me interesa, desarrollar mi actividad de una manera más creativa, apoyar a alguien que lo necesite, limpiar un poco más a fondo, organizarme mejor, conversar o jugar más con mis hijos, cuidar un poco más lo que sea, acercarme a un amigo, manejar con más prudencia, guardar lo papeles hasta llegar a casa para tirarlos en el tacho, ayudar en el aseo del hogar, hacerle un masaje a mi pareja y cualquier actividad que sea dar un paso más de lo que habitualmente hago.
De esta manera estaremos acercandonos cada vez más a una vida de realización y en proposito.
Adquiramos el hábito de dar siempre más, ese dar un plus extra nos hará diferentes y esto puede cambiar nuestro futuro; demos mucho más de lo que recibimos y seguramente nuestro trabajo, pareja, actividades, amigos y familia se verán enriquecidos con esta actitud que en principio es lo que distingue a los triunfadores.
A todos nos gusta estar mucho más con gente positiva que con gente que vive quejandose de su mala suerte, o de cómo padecen sus vidas, trabajos, parejas, amigos y actividades. Seamos más parecidos al tipo persona con la que nos gusta compartir el tiempo y empecemos a clarificar nuestro propósito en la vida.
Y para finalizar, jugando un poco con las palbras, recordemos que no siempre podremos tener todo lo que queremos. Pero si queremos todo lo que tenemos, tendremos aquello que queremos.
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